La señal de victoria realizada con los dos dedos de la mano en forma de “V” tiene sus orígenes, en el símbolo que realizaban los arqueros medievales con el dorso de la mano dirigida hacia sus enemigos, como estrategia psicológica antes de entrar en batalla. Cuando el enemigo veía este gesto, comprendía el mensaje: “Cuidado que aún tengo dedos para armar mi arco y disparar mis flechas”.
Cuando alguno de estos hombres era hecho prisionero y si la Diosa Fortuna lo dejaba ser canjeado por una suma de dinero como rescate, se le amputaban los dedos índices y corazón, asegurándose de esta forma que nunca más volvería a disparar una flecha.
1 comentarios:
Es una entrada curiosa. Un saludo.
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